FILOSOFIA (Proxima clase de filosofia)

TEORIA DEL TALLER EN CLASE PARA LEER Y EXPONER Y DEBATIR EL TEMA


EQUIPO DE TARBAJO Nº 1
Actitud mítica
1. La actitud mítica

A través del mito, el ser humano ha encontrado respuestas a múltiples inquietudes que sobre sí mismo y sobre el mundo le han sido planteadas por el solo hecho de vivir. Esto es, ha encontrado en él las verdades que le ayudan a vivir.

Al mito podemos considerarlo como relato o como sistema de vida. Como relato, puede hablarnos de los orígenes del universo y del hombre, de la dependencia del hombre de la naturaleza, de las divinidades, de los héroes, etc.

Como sistema de vida, el mito nos lleva a la valorización de los patrones de conducta y las respuestas vivenciales que por él son determinadas.

El mito tiene una vigencia social: tiene su origen y su sentido en el marco de un grupo humano, que es precisamente quien determina sus modalidades, su forma.

Los antiguos, vieron siempre al hombre como parte de la sociedad y a ésta como inmersa en la naturaleza; dependiendo de las fuerzas cósmicas. Para ellos no había oposición entre la naturaleza y el hombre y, por tanto, no existía la necesidad de aprehenderlos siguiendo modos de conocer diferentes.

Los fenómenos eran concebidos, en general, en relación con la experiencia humana, y ésta a su vez, era referida a los acontecimientos cósmicos.

En el pensamiento antiguo, la especulación tenía posibilidades ilimitadas para su desarrollo debido a que no tenía las restricciones que implica una indagación científica de la verdad (metódica) y a que el dominio de la naturaleza no se distingue del dominio humano.

En la lógica del pensamiento creador de mitos, las ideas no son autónomas, sino que están inmersas en la peculiar actitud mostrada hacia el mundo de los fenómenos, y en cuanto a esto, hay que aclarar que cuando los investigadores han presentado testimonios de que el hombre primitivo tenía un modo prelógico de pensar, se refieren, probablemente, a las prácticas mágicas y religiosas.

Si tratamos de definir la estructura del pensamiento creador de mitos y de compararlo con el pensamiento científico moderno tenemos que: este último se caracteriza por la distinción entre lo subjetivo y lo objetivo, y es precisamente en esta distinción sobre la que se basa el procedimiento crítico y analítico por medio del cual el pensamiento científico reduce progresivamente los fenómenos individuales a acontecimientos típicos sujetos a leyes universales.

En la experiencia primitiva no hay lugar para un análisis crítico semejante, para él carece de significado la distinción entre el conocimiento subjetivo y el objetivo.

El pensamiento primitivo reconoce naturalmente la relación de causa a efecto, pero le es imposible concebir la causalidad como una operación impersonal, mecánica y sujeta a leyes.

Los dioses, como personificación de las fuerza naturaleza, satisfacen las necesidades del hombre primitivo de encontrar causas que le expliquen el mundo de los fenómenos.

Para el pensamiento creador de mitos, la vida del hombre y la función del Estado se encuentran encajadas en la naturaleza, y los procesos naturales son afectados por los actos del hombre, del mismo modo que la vida humana depende de su integración armoniosa con la naturaleza.

Para la conciencia mítica la realidad es todavía homogénea e indiferenciada, por tanto, no existe ninguna delimitación fija entre lo meramente representado y la percepción real, entre deseo y cumplimiento, entre imagen y cosa, entre el mundo del ser inmediato y el mundo de la significación mediata.

EQUIPO DE TARBAJO Nº 2
Actitud religiosa y práctica
2. La actitud religiosa

A través de la actitud religiosa el creyente fundamenta su existencia en el mundo y también, por lo menos en muchas de las religiones, vive en función de una existencia futura, más allá de la muerte.

Su vivir presente o mundano, es generalmente preparación para el vivir futuro, en donde obtendrá premio o castigo según sea el caso.

La religión es religación, lazo de unión entre el hombre y su Dios. Esta religación puede enmarcarse dentro del mito, puede ir más allá del mito por medio de la búsqueda racional de la coherencia del dogma, tal y como lo hace la teología; o por medios del concepto antideterminista del libre albedrio; o incluso por la toma de conciencia del campo de vigencia de la religión, comprendiendo que hay otros campos de acción y de reflexión en que no le corresponde a ella determinar, sino a otras disciplinas como lo relativo a los astros, los números, las tormentas, etc.

3. La actitud práctica

Es el conjunto no sistemático de "verdades" o conocimiento nacidos de la propia experiencia y de la ajena que han sido transferidos de generación en generación. Estos conocimientos nos sirven para subsistir y nos resuelven los problemas más elementales que van desde la forma de bajar una fruta por medio de una pedrada lanzada por una honda, hasta la elaboración de utensilios de barro.

A esta actitud la llamamos "práctica" porque no pretende dar respuesta a grandes problemas inmanentes o trascendentes, sino, más bien, solucionar los problemas que se van presentando y que requieren soluciones inmediatas.

Entra en juego en ella el llamado "sentido común", esa facultad de resolver razonablemente las cosas y que todos poseemos.

La actitud práctica puede estar, sin embargo, enriquecida por una actitud mítica, semi-mítica o por la ciencia.

Así, pues, la realidad no se presenta originalmente al hombre en forma de objeto de intuición, de análisis y comprensión teórica; se presenta como un campo en que se ejerce su actitud práctico sensible y sobre cuya base surge la intuición práctica inmediata de la realidad.

La práctica utilitaria inmediata y el sentido común correspondiente ponen al hombre en condiciones de orientarse en el mundo, de familiarizarse con las cosas y manejarlas, pero no les proporciona una comprensión de las cosas y de la realidad.

El conjunto de fenómenos que llenan el ámbito cotidiano y la atmósfera común de la vida humana, que con su regularidad, inmediatez y evidencia penetra en la conciencia de los individuos agentes asumiendo un aspecto independiente y natural, forma el mundo de la pseudoconcreción.

En el mundo de la pseudoconcreción el lado fenoménico de la cosa, es considerado como la esencia misma, y la diferencia entre esencia y fenómenos desparece.

El fenómeno es, por tanto, algo que, a diferencia de la esencia oculta, se manifiesta inmediatamente, primero y con más frecuencia.

Si el hombre busca descubrir la esencia oculta o la estructura de la realidad, debe ya poseer, antes de iniciar cualquier indagación, cierta conciencia de que existe

una verdad oculta de la cosa. El hombre da un rodeo y se esfuerza en la búsqueda de la verdad sólo porque presupone de alguna manera su existencia, y en virtud de que la esencia -- a diferencia de los fenómenos- no se manifiesta directamente, y por cuanto el fundamento oculto de las cosas debe ser descubierto mediante una actividad especial, existe la ciencia y la filosofía.

EQUIPO DE TARBAJO Nº 3
Pensar filosófico. Hacia su constitución
II. HACIA LA CONSTITUCIÓN DEL PENSAR FILOSÓFICO

En el surgimiento de la filosofía no hay causas milagrosas, "no hay -sostiene Vernant- una inmaculada concepción de la razón. El aparecimiento de la filosofía no es un milagro, es un hecho de historia, enraizado en el pasado, formándose a partir de él al mismo tiempo que contra él."

No obstante es importante señalar que hay quienes consideran que la aparición del pensamiento racional ha significado un corte radical en la historia de la humanidad. Más aún hay quienes piensa, como Burnet, que los griegos inventaron la filosofía por ser un pueblo dotado de una inteligencia excepcional, en tal sentido afirma que "los filósofos jonios han franqueado la vía que la ciencia, a partir de este momento, no ha tenido más que seguir. Aparece pues el surgimiento de logos como una especie de milagro".

Indudablemente a nuestro juicio esta interpretación resulta bastante simplista puesto que nada en la historia surge porque sí. Y es necesario ubicar en su contexto las causas por las cuales el pensamiento mítico se fue debilitando. Esto significa que debemos rastrear una serie de condicionamientos que favorecieron la aparición del pensamiento racional.

En primer lugar hay que tomar en cuenta una serie de transformaciones históricas que se produjeron a partir del siglo VIII a. C., entre ellas "el tránsito de las economías agrarias relativamente cerradas hacia la constitución de importantes centros urbanos y marítimos comerciales tales como Mileto, ciudad que, en el siglo VI a. de C. se constituyó en uno de los puntos centrales del comercio internacional de la época, comercio que relacionaba a egipcios, fenicios, etruscos, jonios, aqueos y carios y que generó una acumulación importante de riquezas en las comunidades griegas; al mismo tiempo estas ciudades, Éfeso, Samos, Colofón, Mileto, etc. conocían un intenso proceso de democratización, fenómeno ligado al necesario desplazamiento político que de las antiguas noblezas y reyes de origen agrario intentaron realizar los armadores y comerciantes ricos griegos. En Atenas, uno de los más importantes núcleos culturales griegos, la base de la jerarquía social va a estar constituida por la riqueza y no por el nacimiento."

En ese periodo están presentes otros acontecimientos que hacen posible el surgimiento del logos: la aparición de la moneda, la escritura alfabética, el calendario, la organización política de las ciudades, el mayor progreso técnico, etc., pero también el hecho de que en Mileto no existiera una casta sacerdotal poderosa, hizo más expedito el que el saber se fuese volviendo laico.

Vamos a ver a continuación cuáles fueron los cambios operados por el pensamiento filosófico frente a la tradicional manera de pensar mítica.

Recordemos que para dicha mentalidad la relación de los hombres con los demás seres vivos era simpatética debido en gran parte a que el hombre no se consideraba como el ser más perfecto en la escala animal, sino que un miembro más de la gran sociedad vital. Es por ello que su trato con las cosas estaba teñido de sentimiento y utilidad.

Con la aparición del pensamiento racional, en cambio, se instaura una visión analítica de modo que se contraponen claramente el yo y las cosas, el hombre toma distancia de ellas, lo cual supone no verlas en su familiaridad como cosas para o instrumentos a través de los cuales se realizan determinados fines, sino que se contraponen como objetivos, como entes independientes, poseedores de un ser fijo, lo cual quiere decir que ya las cosas no cambian por el capricho de seres sobrenaturales, como acontecía en la visión mítica del mundo, motivo por el cual aquellos sólo podían ser objeto de narración. Al adquirir una naturaleza fija, las cosas podrán llegar a ser objeto de definición, es decir se objetiviza la naturaleza, se la despeja de la influencia sobrenatural.

Pues bien, conjuntamente con lo cambios operados a nivel del objeto, acaecen también modificaciones en el sujeto; éste ahora se diferencia radicalmente de los demás seres vivos y advierte que su diferencia específica, su racionalidad, es la raíz de tal diferenciación.

Precisamente es por medio de dicha facultad por la que se dispone aceptar la nueva manera de ser que descubren en las cosas.

Entendemos no obstante que el paso del mito al logos, aunque significa toda una revolución en la manera de enfocar la realidad, la filosofía naciente no puede erradicar sino muy gradualmente algunos vestigios del pensamiento mítico, el que indudablemente siguió teniendo vigencia en grandes sectores de la población.

De todas maneras es bueno recordar con J. Pierre Vernant que "el nacimiento de la filosofía aparece solidario de dos grandes transformaciones mentales: un pensamiento positivo, que excluye toda forma sobrenatural y que rechaza la asimilación implícita establecida por el Mito entre fenómenos físicos y agentes divinos; un pensamiento abstracto que despoja a la realidad de este poder de mutación que le prestaba el mito."